
El proyecto para instalar un restaurante en el Faro de Trafalgar, aprobado por la Autoridad Portuaria de Cádiz, ha llegado al Congreso a través del grupo parlamentario de Sumar. Esther Gil de Reboleño, diputada por Cádiz, y Juan Antonio Valero, diputado por Málaga, ha registrado tres preguntas, cuyo contenido es el siguiente:
“¿Tiene conocimiento el Gobierno del proyecto aprobado por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz para la instalación de un restaurante en el Faro Trafalgar al que únicamente se podría acceder a pie a través del único tómbolo doble de Andalucía, Monumento Natural de Andalucía?
¿Ha valorado el Gobierno el impacto medioambiental que puede ocasionar el referido proyecto en un espacio natural protegido, catalogado como Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000 e incluido dentro del Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate?
¿Qué medidas ha previsto adoptar el Gobierno, en el ámbito de sus competencias, para evitar un posible impacto negativo en un espacio natural protegido, así como para garantizar la adecuada conservación y evitar daños en el Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate?”.
El cabo de Trafalgar, donde se encuentra el Faro, es un espacio de elevado valor medioambiental e histórico, catalogado por la Junta de Andalucía como monumento natural. Se trata de un espacio costero donde se alternan rocas areniscas, arenas finas, vegetación herbácea y arbustiva propia del litoral costero, fauna variada y algunas construcciones humanas de distintas épocas. A su vez, se combinan formas variadas de accidentes geográficos propios de los litorales, como el tómbolo que une la línea de costa con lo que fue un pequeño islote, dunas y pequeñas lagunas.
En la exposición de motivos de las preguntas formuladas desde el grupo de Sumar se recuerda el alto valor ecológico del espacio donde se pretende ubicar la instalación hostelera: “Hablamos de un proyecto que transformaría un espacio natural protegido, catalogado como Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000 e incluido dentro del Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate”.
Conviene recordar que no es la primera vez que se ha presentado un proyecto con esas características. Ya ocurrió en 2015, cuando, de nuevo con la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz de por medio, que contó con el apoyo del gobierno central (entonces, en manos del PP), se pretendió hacer realidad la instalación de un hotel a través de la empresa Floatel. Pero se consiguió paralizarlo, a lo que no fue ajena tanto la oposición ciudadana como las alegaciones que se presentaron por parte de grupos ecologistas e IU.
Desde IU de Barbate coincidimos con lo que se expresa en las citadas preguntas parlamentarias de Sumar, que se ha hecho eco de las reivindicaciones de la plataforma ciudadana “El Faro no se vende”. Por tanto, IU de Barbate considera que el intento de volver a instalar un negocio hostelero en el Faro de Trafalgar es más de lo mismo y se opone a que se haga efectivo, dado que el espacio natural donde iría ubicado, que está protegido por distintas figuras legales, se vería fuertemente alterado.
