El gobierno municipal de Barbate, en manos Andalucía por Sí (AxS), se encuentra a la deriva. Una situación insólita, teniendo en cuenta que dispone de una amplísima mayoría de 17 escaños en el pleno. La última dimisión, de las tres habidas hasta el momento, ha sido la más llamativa: se trata la de Javier Rodríguez Cabeza, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento y, por tanto, el número dos de la institución y de su gobierno.
Uno de los problemas del gobierno municipal de AxS deriva de la ausencia de un programa claro y realista hacia el municipio, más allá de declaraciones de intenciones que están basadas, en su mayoría, en formas de otro tiempo. Están también los incumplimientos de promesas, algunas hechas de cuando estaban en la oposición. Tampoco le ha faltado hacer uso de las malas artes, con la propagación de mentiras e infundios sobre personas o grupos.
Durante la legislatura pasada, estando en minoría e incluso ya con el propio grupo municipal roto desde el principio, AxS hizo valer el victimismo como arma política, responsabilizando a los grupos de la oposición de impedir que pudieran desarrollar su programa. Eso es lo que le permitió la victoria arrolladora en 2019. Pero el tiempo ha demostrado que no disponían del programa necesario para sacar adelante a Barbate. Veámoslo a través de algunos ejemplos.
Durante la legislatura pasada nuestro compañero en la Corporación, Luis García Perulles, tuvo que sufrir duras embestidas por realizar una labor de oposición rigurosa y contundente. Dura fue también la actitud contra nuestra compañera Gema Martín, cuando trataron injustamente de inhabilitarla profesionalmente por hacer su labor de denuncia ante algunas ilegalidades.
También de la anterior legislatura viene el incumplimiento de su promesa de revertir la gestión del agua al municipio. Hizo todo lo contrario, dando más poder a la empresa Aqualia para seguir manteniendo unos precios elevados e incumpliendo sus obligaciones en la mejora de las infraestructuras, como ocurre, por ejemplo, con la depuradora. Y así seguimos.
Actualmente, gozando de la mayoría absoluta antes aludida, el gobierno de AxS no ha sido capaz de cumplir con proyectos prometidos que crearon falsas ilusiones en una parte de la población, pero que han resultado fallidos al ser formulados sin ninguna base. Es lo que ocurrió con el tan traído y llevado hotel situado frente al puerto, del que ya advirtió IU en la legislatura pasada que no era otra cosa que un engaño, demostrando que su promotor carecía de los avales financieros necesarios.
En los seis años que AxS lleva al frente del Ayuntamiento no ha resuelto el grave problema de la deuda municipal. Es cierto que recibió en su día la que dejaron otros grupos, como el Iba, el PP, el PA o el PSOE, pero, lejos de hacer un esfuerzo por reducirla, no dejado de engordarla. Mediante gastos superfluos, contrataciones indebidas de personal, deficiencias en la recaudación, etc. O con la refinanciación de los 65 millones de euros de deuda, solicitada a Hacienda, que deja al municipio más que hipotecado por generaciones.
Y estos días ha vuelto a salir a la luz uno de los proyectos estrella: el de la macrourbanización, con campo de golf incluido, en la zona de Següesal. Congelado durante un par de años, ha resurgido con la ayuda del gobierno de la Junta de Andalucía. Con este proyecto estamos de nuevo con la falsa ilusión de los milagros urbanísticos basados en la especulación del suelo y la degradación medioambiental.
Nos consta que las fugas van a seguir dándose en AxS. Los motivos pueden ser variados. Pero hay malestar en el seno del gobierno y el grupo municipal. También hay miedo, pues los recursos legales en los que están involucrados algunos de sus componentes puedes conllevar sanciones. Tampoco gusta el estilo personalista del alcalde, cada vez acaparando más competencias. La presión que proviene de la calle, aun cuando no es abierta, existe. Y el malestar en mucha gente, por la decepción sentida después de haberse hecho ilusiones, es creciente.
AxS parece un barco a la deriva. Algunos de sus tripulantes ya han saltando. ¿Podrá mantenerse a flote antes de dos años? Sospechamos que, ocurra lo que ocurra, en la siguiente parada va a tener muchas dificultades para volver a partir.